Ricardo Jiménez - “Las relaciones hay que cuidarlas, sin importar en donde estés”
18 de dic de 2024
En este episodio, Juan Pablo Raba, junto a Celia, plataforma dedicada a la salud mental y el bienestar emocional, ofrecen un espacio seguro para explorar la salud mental y romper con estigmas. Se enfoca en la vulnerabilidad como fortaleza mientras Juan Pablo comparte su experiencia personal enfrentando una crisis de mediana edad.
Capítulos
La Amistad con Ricardo Jiménez
Juan Pablo y Ricardo discuten su amistad de casi 30 años, destacando momentos donde la vulnerabilidad y el apoyo mutuo han sido claves. Ricardo comparte cómo la llegada de su hija adoptiva, Mía, lo ha hecho más sensible y refleja sobre cómo han gestionado la expresión emocional en su vida. También menciona la transformación que ha vivido al afrontarse a la paternidad y la adopción.
Criando con Sensibilidad
Ricardo reflexiona sobre cómo la paternidad ha cambiado su perspectiva, especialmente con la llegada de Mía y la estructura familiar que tenía antes. Comparte sobre su proceso de adopción, los retos y gratificaciones, y cómo su familia ha crecido emocionalmente desde la llegada de su hija.
Vivir sin Estigmas
Se explora la importancia de hablar abiertamente sobre la salud mental, la depresión y la búsqueda de ayuda. Ricardo es honesto sobre cómo en su familia no se hablaba de estos temas y ahora, con su experiencia y la influencia de Mónica, su esposa, se abre más a discutir emociones.
Conclusión
El episodio resalta la importancia de generar espacios de diálogo sobre la salud mental, especialmente para los hombres. A través de experiencias íntimas y sinceras, se enfatiza la fortaleza que se encuentra en la vulnerabilidad y el apoyo recíproco en las relaciones personales.
Menciones
Hola, soy Juan Pablo Raba y junto a Celia, plataforma líder en Latinoamérica para el cuidado de la salud mental y el bienestar emocional, te damos la bienvenida a Los Hombres Si Lloran. Este es un espacio seguro dedicado a explorar un tema crucial y a menudo pasado por alto, la salud mental, mientras rompemos con los estigmas y estereotipos que la rodean. Acompáñame en este viaje personal mientras yo navego por una crisis de mediana edad y comparto el impacto que ha tenido en mi bienestar emocional Junto a Celia, cada miércoles traeremos conversaciones sinceras con amigos extraordinarios y entrevistas con expertos que nos ofrecerán consejos prácticos para profundizar en las complejidades de la salud mental y la importancia de levantar la mano y buscar ayuda Los hombres si lloran, donde la vulnerabilidad es nuestra mayor fortaleza Ricardo Jiménez, conocido como Richie o en mi hogar como el tío Richie Los Hombres y Lloran, donde la vulnerabilidad es nuestra mayor fortaleza. Ricardo Jiménez, conocido como Richie o en mi hogar como el tío Richie, gracias por aceptar esta invitación a este espacio que se llama Los Hombres y Lloran. Gracias por invitarme a este importante canal o espacio. Esto va a estar difícil. Pero bueno, para los que no saben, Ricardo es mi mejor amigo. Ricardo y yo nos conocimos hace aproximadamente, ¿vamos para 30 años ya? Yo. No, ¿cuántos teníamos como en... Desde 98, van para 28, 30 años. Vamos para 30 años 28 30 años vamos a 30 años 30 años y pues yo realmente cuando empezamos ya conocía la primera tanda yo dije en algún momento yo tengo que tener richa acá por qué pues claramente pues yo tengo que poder hablar con la persona que a nivel de, o que considero que más me conoce a nivel de amistad, pues que eres tú. Pero además, sobre todo, y creo que podemos empezar por ahí, el espacio se llama Los hombres si lloran y yo en esos casi 30 años de amistad solo te he visto llorar una vez, que fue en la misa el día que se murió tu abuela me acuerdo que teníamos otro amigo estaba sentado a tu lado y él me miró y me dijo y él se fue, mira me senté a tu lado te tenía de este lado te miré así para arriba y lloraste llor, breve, pero lloraste. No me siento orgulloso de no llorar tanto, no sé si se puede poner de esa manera. No es un juicio, no es un juicio, solo te estoy diciendo que la única vez que físicamente te he visto llorar fue esa. De pronto es porque no me han visto, pero... No sé, desde que llegó Mía, sí... Estaba como más sensible, mucho más. Mía es tu segunda hija. Mía es mi segunda hija. Bueno, tienes un hijo, Benjamín, que es Mía Hijado. Y tienes a Mía, que llegó a tu vida hace cuánto tiempo. Mía llegó hace cinco años. Para nosotros, para mi señor y para mí, llegar a Benjamín fue muy difícil, porque tuvimos una cantidad de in vitro, teníamos una serie de problemas, y de allá que dimos, con la fórmula, estaba Benjamín. Y qué delicia Benjamín. Y luego cuando quisimos repetir la receta, no pudimos. Y dijimos, qué vaina, porque qué delicia. Y Benjamín pedía un hermano, una hermana, y nos abrimos a la posibilidad de adoptar. Y iniciamos un proceso increíble con un curso de adopción de una cantidad de cosas y adoptamos a Mía. Y ha sido un viaje increíble y es impresionante todo lo que le despierta a una niña. Yo tengo tres hermanos y resulta que en mi casa siempre hubo hombres y mi mamá le tocó fue criar hombres y entenderse con hombres y llegaron nietas y llegó mía y ver a mis papás y entenderse con niñas es una cosa que es fantástica, es increíble. Puede que sea la única vez que me hayas visto echando lágrimas, pero se vuelve uno mucho más, digamos, sensible, con lo sensible que puedo ser yo. Guardar las proporciones aquí. se vuelve uno como mucho más conectado. Sin que el otro fuera tampoco malo. No es como lo que tú dices, no es un juicio de valor. Pero nos conocemos tan bien que... ¿Qué crees que lo es? Pues estoy aquí sentado. No, no, no. ¿Es eso? En serio que es cero juicio de valor. Simplemente me llama la atención. Pues porque además, seguramente tú sí me has visto a mí llorar un montón. O sea, es... Mira, te voy a decir una cosa, me parece increíble. Esto de este canal que estás haciendo, y te lo he comentado, es porque claramente hay una necesidad para este tema de los hombres si lloran y el tema de la salud mental masculina y todo. y el tema de la salud mental masculina y todo, y a mí me sorprende y me alegra muchísimo y admiro en ustedes, en tu profesión sobre todo, el cómo están tan en contacto con sus sentimientos y esas cosas y que les queda tan fácil como, sin calificar que sea bueno o malo, el que tengan esos sentimientos a flor de piel y que puedan manifestarlos de esa manera, porque hay gente que no puede, que está armada distinto y que, pues, o sea... Hay gente que no puede. Hay gente que no puede. Yo miro una cantidad de cosas y digo como, uy, man, están como muy... Bueno, pues también funciona. Y eso no significa que uno tenga la razón o que el otro tenga la razón, pero yo sí creo que hay distintos caminos que lo pueden llevar uno al mismo sitio y no todo el mundo recorre los mismos caminos y no todo el mundo recorre las mismas situaciones y circunstancias. Y ya, cada uno trata de manejar las cartas que le dieron y de funcionar. Cada uno trata de manejar las cartas que le dieron y de funcionar. Y antes de Mía, que claramente abre como un canal emocional, si se quiere, si tú sentías ganas de llorar, ¿te las aguantabas? ¿O simplemente ni siquiera te daban las ganas? Como que ni siquiera me daban las ganas, la verdad. Pero hoy en día veo una película y ciertas cosas súper sencillas, como que se me aguan los ojos. Pero antes no te pasaba. Antes no me pasaba. Pero igual dijiste una cosa que me parece que es curiosa, que es interesante, porque igual uno tiene identificado como que esa información, tres hombres, como que esa información de los hombres no lloran no sea nena como se le ocurre como que viene, vendría como muy del papá como que es un tema muy como de papá pero antes dijiste, una cosa que me llamó la atención dijiste tres hombres a mi mamá le tocó criar tres hombres si ¿papá estaba presente en esa crianza? ¿o lo identificas como un tema puramente materno en ese momento? Como que la que lideraba el tema de la crianza era mi mamá El que lidera el tema del ejemplo es mi papá De alguna manera, como que esa repartición de roles estaba muy clara en mi casa Entonces mi mamá era la que nos acompañaba los partidos ella le tocaba entenderse como en el día a día de alistar a los muchachos y de estar pendiente como equipo ellos dos pero pero mi mamá era el día a día con nosotros claro entonces claro ejemplo papá crianzaá, pero es como que en ejemplo también hay mucho de crianza. Sí. O sea, así sea directa o indirectamente. Sí. Entonces, ¿cuál era ese ejemplo? Una persona súper responsable, una persona entregada a su trabajo, lo quería muchísimo la gente, lo quiere mucho la gente, a mi abuelo también, como ejemplos, cada rato donde íbamos de gente agradecida, como dándolas gracias, solo por estar, solo por la atención, solo por tal que uno dice, mi abuelo, esta gente realmente lo quiere a su manera, y ellos siendo personas cariñosas, pero a su estilo. Es que vuelvo y digo, hay formas de ser cariñoso sin estar abrazando todo el tiempo, hay formas de comentarios, de preguntar en el momento qué es, cómo estás, cómo sigues, en qué están, como que hay formas de cariño que se manifiestan de otra manera y nosotros hemos estado, digamos, llenos, yo lo siento así, rodeados de cariño y de una cantidad de cosas que qué delicia. de cariño y de una cantidad de cosas que qué delicia. Ahora, también me he permitido mirar como otra gente manifiesta ese cariño y manifiesta esas vainas y también me dice uno, uy, a mí nunca me tocó eso. Y puta, qué delicia donde a uno le toque eso, pero no me tocó. Ahora, por eso te digo, yo siento que hay caminos distintos para llegar a mismos sitios. Y pues cada uno navega las aguas que le van tocando y hay gente que le funciona y hay gente que no. Y veo uno gente con problemas más graves que los de uno, porque uno también tiene problemas con cosas más graves. Y por eso vuelvo y amarrando todo lo que dije al principio, me parece increíble este canal que están abriendo donde la gente conversa y es una charla y la gente que les queda más fácil abrirse se abre y los que no les queda fácil están oyendo y están diciendo, oiga, a mí me pasó algo similar o qué nota, cómo resolvieron eso, o ni idea, o yo estoy jodido y marica. Por lo menos poder uno de alguna manera compararse aunque eso suena feo pero sí poder decir oigan yo no soy el único que está que tiene problemas o que tiene inquietudes o que no sabe cómo hacer esto y hay otra gente que busca ayuda y hay canales para pedir la ayuda y que nota cuáles son tus canales no No, pues en este momento, Juan Pablo. Es mi canal. ¿A quién le cuando, pues ahí decían todos tenemos problemas y de momento que la vida te toca la puerta, sea como sea? Sí. ¿Cuál es tu procedimiento cuando te sientes agobiado, cuando triste, cuando tienes un problema de alguna manera? ¿A quién recurres? Pues Mónica me ha ayudado muchísimo. Mónica es tu esposa. Mónica es mi esposa. O sea, no es la mía, la mía también te puede ayudar si quieres. Sí, sí. ¿Tú Mónica? Por ahora voy con la mía. Mónica, yo hablo, digamos, yo considero que hablo mucho mis cosas con Mónica, pero si le preguntas a ella, yo no hablo nada. Pero sin embargo, de estar con ellas, ellas tienen un negocio familiar y tienen mucha gente, tienen un grupo como cabezas de familia que trabajan con ellas. Y solamente estar o de gravitar como alrededor de eso y darse cuenta de ellos, cómo son con sus empleados, cómo son con sus empleados, con la gente con la que trabaja, ha sido un ejemplo increíble. Porque es toda esa cariño y es otra cantidad de cosas que suceden alrededor de uno que uno dice como me curioso, esta gente los adoran y están entregados a sus trabajadores, su relación con sus trabajadores es increíble, y las quieren tanto, y son familia, y son cosas que, pues, no sé si fue por la profesión de los que nos rodeaban, pues yo no había visto eso, y es como un nivel de cariño y de aceptación, y entonces ellas, cosas tan sencillas como que tienen una persona que trabaja para ellas, una tejedora, y esta tejedora tiene hijos, tiene nietos, tiene tal, porque llevan ya 40 años, y se saben los nombres de todos, y preguntan por todos, y uno dice, esto es una familia. Esto es una gran familia. ¿Cómo linkeas eso a ti personalmente? O sea, ¿cómo, entonces, eso te ha cambiado la fórmula que tú, o sea, te ha permitido darte cuenta que puedes pedir ayuda, por ejemplo, o que está bien decir que no te sientes bien o que estás triste. O sea, la pregunta es un poquito más en esa. Sí, es más como poder hablar del tema, de poder estar fresco, de poder hablar de ciertas cosas que yo creo que uno antes no hablaba. Pero Moca, digamos que Mónica es tu red de apoyo. Mónica es mi red de apoyo. Tengo amigos como tú que cada rato me preguntan desde hace muchísimo tiempo, oye, ¿cómo vas? ¿Estás bien? Y como uno ya no tiene que guardar apariencias, cuando hay una amistad de tanto tiempo que uno puede decir, sí, estoy bien, o esto me parece una pendejada, o esto funciona, o esto no, o no tengo ni idea de qué está pasando acá, pero todos estamos de mayor o menor grado manejando ciertas situaciones que lo que me ha gustado mucho de esto que están haciendo ustedes es que no es que se popularicen, pero se habla de ello. Se normaliza. Se normaliza. ¿Y en tu casa, cuando estaban, de la forma que fueron criados, ¿había espacio para hablar de sentimientos, por ejemplo? ¿Cómo se sentían frente a algo? O sea, porque yo te digo una cosa, yo solo tengo dos, niño y niña. Y, por ejemplo, otro día que se quedaron a dormir unos amigos de mi hijo y vi a tres hombres, pensé mucho en ti, porque digo, o sea, aquí no hay espacio ni tiempo para nada, esto es... Sí, lo era con toda. Eso es, la energía de tres hombres en la casa juntos es intensa, pero había, ¿recuerdas? Tenías espacio para ver este tipo de cosas, ¿recuerdas que alguno, tú o alguno de tus hermanos en algún momento haya como levantado la mano y haya dicho, me está gozando esto? No, había como explosiones, pero nunca... No, la pregunta es muy buena, pero no hay respuesta. No sé si hay respuesta, había o no había. No, no había. Está bien, no había. No, pero no hay respuesta. No sé si hay respuesta. ¿Había o no había? No, no había. Está bien, no había. No, no, no había. No había. ¿Ves? No había. Como que cada... No, no había. No había. No. ¿y recuerdas en algún momento de pronto de haber necesitado hablar de algo haber tenido como el impulso de y de pronto sentir que de pronto no estaba como dado el espacio para poderlo hacer pues no sé, yo creo que la manera en que fuimos criados nosotros era más un tema de agachar la cabeza y seguir haciendo, y seguir dándole. y estuvimos en un colegio que después de 30 años de graduado, yo digo, un colegio de solo hombres, donde enfocaban mucho como esa edad en hacer deporte, en generar compañerismo, en generar equipo, en generar como un impulso hacia adelante a través del deporte, un colegio de padres, que era como, esto es lo que hay que hacer, y hay distintas versiones de como lo quiera hacer, pero cada uno está como en un viaje interior y la idea es salir hacia el otro lado o sea llegar a ese objetivo y escoja el carril que quiera usted puede ser o arquitecto en mi caso puede ser economista o matemático o artista o todo pero pero todos nos iban llevando como a un ritmo y nos iban como canalizando y empujando y llega uno al otro lado y se gradua uno y ya pues, ¿en qué momento? Estoy muy agradecido con mi colegio y con las cosas, pero volviendo a lo que me preguntaste, que si había habías sentido en algún momento como ese impulso, esa necesidad de hablar de algo y de pronto dijiste, acá no hay a dónde conversar esto. O sencillamente no pasaba por tu cabeza. No, no pasaba por mi cabeza. No pasaba por tu cabeza. O sea, por ejemplo, en tu casa nunca se habló de terapia, por supuesto, ni de ir a terapia para absolutamente nada. Ni ustedes ni un familiar cercano. ¿Nunca tuviste un familiar cercano? No. Que yo supiese que estuviese haciendo terapia, no. No, simplemente no, no sé si es porque somos demasiado tradicionales, godos, lo que sea. No, no, no. No, pero es un hecho. O sea, como te digo, aquí no hay juicios de valor. Estamos mostrando la foto y en la foto no se daba pie para uno hablar de ese tipo de cosas, uno no sabía que existía la posibilidad de poder conversarlas, hasta que encuentro con gente que está desde hace mucho tiempo hablando de esos temas, que me parece sano, no sabría cómo empezar, ese es el tema, ahora tampoco creo que… Tampoco ha sentido la necesidad, nunca ha sentido la necesidad, como quisiera ir a una terapia… No sé por dónde meterle el diente, es a lo que voy, que si me parece interesante, pues claro, pero de pronto es en ese control o no soltar o lo que sea que uno dice como, pues, no sé, claro, contarle a un extraño una cantidad de cosas, a no ser que sea uno muy amigo o que haya una amistad por medio, pues, es difícil. Tampoco estamos exigiendo que le cuenten cosas ni vainas, pues, como cada uno por su carril, que me parece que está bien, pero son formas como de ver eso no significa que uno no va a llegar al mismo sitio por eso me parece fantástico esto no sé qué hago acá sentado lo que más me gusta es que te ha pasado lo que le pasa a el 80% de invitados que dicen no sé qué voy a decir, no tengo nada que decir tienes mucho que decir tengo nada que decir, ¡pum! Tienes mucho que decir, tienes mucho que decir y sobre todo es que cuando tuve mi primer invitado que fue Juan Carrincón, en donde la pregunta era muy clara, él escribió un libro que se llama La depresión no existe y él tachó el no y ponía un sí, porque para él la depresión existe y para él la depresión es real, por ejemplo. Tú conociste a mi papá, de hecho, de trato curioso, Ricardo, compartí nombre con mi papá, se llamaba Ricardo, y cumple años con mi papá. Para mi papá la depresión no existía, o sea, es así de sencillo, era un invento de gente perezosa, de falta, como él decía, ahora se me fue después de tanto repetirlo. Decía que el hambre agudizaba el ingenio. Para mi papá era un tema como de hacer, también. Era como que aquí no pasa nada, aquí lo que toca es hacer. ¿Tú dirías que, por ejemplo, la depresión existe? Y puedes decir lo que quieras. O sea, ¿tú dirías que la depresión como tal existe? Tengo gente cercana a la que admiro mucho que dice que la depresión es un lujo, porque significa que tienes tiempo para estar pensando, para poder deprimirse. se está agobiando desde hace un tiempo. Yo creo que ha existido durante muchísimo tiempo, pero nunca ha habido los canales para hablar de eso ni para tratarlo, me imagino. Claro que existe. Como lo maneje cada uno o sus formas para salir de ella, pues ya depende. Y antes que hablamos de esa red de apoyo, Mónica, porque esa red de apoyo sabes que hay terapia, sabes que sabes todo, pero por ejemplo Mónica, ¿alguna vez ha ido a terapia o considera que la terapia es un camino hacia una mejora en la salud mental o algo así? Pues no sé si Mónica haya ido a terapia, conmigo no, que yo sepa, pero yo sé que a ella le queda mucho más fácil hablar y soltar las cosas, por lo que está rodeada de una familia no solamente directa, sino una gran familia que son primas, amigas, funcionamiento. Ella tiene como una red de gente mucho más amplia, donde se hablan todos una cantidad de temas y de vainas. Yo no la tengo, pero tampoco la he necesitado. Entonces, no sé, como que he funcionado distinto hasta este punto. Y uno lo que sí hace muchas veces es, no sé si compararse o mirar cómo está la gente alrededor de uno, y uno dice como, miércoles, pero estamos todos empujando la carreta buscando hacer plata en esto que los chinos que me educados que está la vaina está tan y hay gente que lo está logrando mucho mejor que otros o uno de niños que uno dice como igual ojalá uno cuando chiquito pudiese ser así como de hablar las cosas y contarlas y ser mucho más conectado. Y también uno a veces dice como, yo no sé si yo sería como más guardado en estos temas o mis hijos. Está uno no comparándose, pero sí mirando qué es lo que hay alrededor y qué es todo lo que está pasando. Y observando, observando muchísimo. Entonces hablas de hijos, ahora que hablas de hijos, entonces fuiste muy generoso al hablar de MIA, al hablar del proceso de adopción. Como bien dices, es un proceso complejo, es largo porque requiere además de una cantidad de pruebas, si se quiere, de pasar unas pruebas. Te agradezco mucho que lo hayas mencionado porque estoy seguro que mucha de la gente que ve este programa se hace esa pregunta. ¿En qué momento ya deciden que para mí es el acto más grande de amor que puede hacer una persona? Y es decidir abrir su hogar y su corazón y su familia para dar una oportunidad a otra persona. Entonces, ¿cómo se llega a ese momento, compadre? Pues yo siento que la oportunidad no la dio mía a nosotros, no al revés. Pues es que si uno tiene la posibilidad y uno tiene digamos ciertas cosas que sí puede escoger y sí puede pedir y en este caso nosotros sentíamos que nos hacía falta algo y teníamos la capacidad de hacerlo, conocíamos gente que lo había hecho y uno dice yo quiero eso, yo quiero, como te digo, no es un favor el que uno le hace a un niño, yo quiero es terminar de conformar mi familia porque siento que nos hace falta esa otra persona, es extraño porque no es un capricho, es como que las vainas se dieron y qué delicia poderlos realizar. Ahora, no es un camino fácil, hay un curso de adopción que uno tiene que hacer con una gente muy seria que al final del curso uno decía, este curso de adopción lo tiene que hacer todo el mundo, todo el que quiera ser papá. ¿Es otra vez través del ICF? el ICF, es una gente muy seria, que lleva muchísimos años haciéndolo, donde a uno de alguna manera son unas pruebas psicológicas que te es un chequeo de dónde está uno y yo que me he considerado una persona súper normal nosotros una pareja normal, no pasamos el curso de óxido, nos tocó repetirlo. De verdad, no sabía esto. Yo me iba a mi alrededor y digo, hay una gente mucho más rara que uno. Y nosotros no pasamos el curso. ¿De verdad? Sí, nos tocó repetirlo. Cuenta, cuenta, yo sabía eso. Pues porque le hacen una evaluación psicológica que incluye todo, es una evaluación súper completa. Y obviamente, de alguna manera, son unas preguntas muy claras y uno dice, yo sé lo que les gustaría oír de una familia ideal, pero si yo realmente voy a hacer esto, esto tiene que ser lo más honesto posible porque yo no estoy jugando con mi familia, esto tiene que ser el acto más claro de honestidad frente a un estudio que le hacen a uno y un filtro que están poniendo que tienen sus razones para hacerlo y no pasé y no pasamos porque el estudio arroja unas cosas y dicen usted tiene que trabajar esto esto es un problema miremoslo y efectivamente trabajamos unas vainas, volvimos a hacer los exámenes y todo y pasamos, que es una confirmación de ustedes están aptos para esto podría llegar en cualquier momento alístense, tengan ciertas cosas listas y es la vaina más impresionante a mí me dicen ustedes no apuesta usted no compra lotería y todo yo dije no yo ya me la gane yo no me la voy a ganar dos veces, mi lotería es esta familia que tengo y esta niña que llegó que es fantástica, entonces no necesito más suerte, ya la tuve toda, la tengo toda y estamos surfeando la ola para ver cómo salimos adelante como familia, pero me considero muy bendecido y agradecido y de buenas por lo que tengo, y lo cuido, porque sé que no puedo fallar. Entonces, como tengo muy claro que no tengo la verdad revelada, y lo que estoy viéndome alrededor es una cantidad de gente que yo consideraba mega exitosa o que considero mega exitosa, cada una de sus profesiones, y que todo el mundo tiene problemas. Por eso, primero, cuando empezaste con esto, yo dije como, mire, pues, papá, como saben que soy amigo tuyo, hay mucha gente que me está contactando y diciéndome, bueno, que corrijan esto, que pregunten esto, que hagan esto, todo el mundo queriendo saber qué es lo que está pasando o queriendo oírlo de las versiones de otra gente, porque efectivamente no existía el espacio. Vuelvo y digo, no sé qué estoy haciendo aquí sentado, pero qué delicia que me inviten y pues, no sé si no me voy a fallar a esta invitación. Con respecto a lo que tú viste en tu casa, con ese modelo, y con esta casa que tienes ahora, con este hogar que cuidas de esta manera, con esta niña que llega, con esta nueva sensibilidad que se abre, ¿cambia tu forma de ver la crianza, la educación? ¿Ha cambiado de alguna manera o tienes un modelo, digamos, que consideras exitoso y sigues por ahí? Nosotros cuando empezamos el curso de adopción yo estaba de alguna manera preocupado por cómo iban a reaccionar mis papás que yo los veía súper godos en el tema de decirles que vamos a adoptar una persona, una niña en este caso. Porque yo pensé que el cuadriculado de su cuadriculado no se podía desbaratar, no podía suceder nada. Y lo que sucedió fue encontrarme con unos abuelos que ahora dan la vida por su nieta que llegó y que cada vez que me ve me agradece mi papá por tener a Mía. Él nunca ha sabido cómo expresar y lo ha hecho a través de Mía todo el cariño que le tiene y todo el aprecio y la admiración que yo decía no puedo creer en mi papá que delicia el encontrar si quiere un canal o un vehículo para expresar todas esas cosas de lo que nunca se habló en mi casa ahora, no saben qué hacer con una niña porque ha tenido tres niños. Mi mamá es, la puedo peinar, qué puedo hacer. Sea abuela. Sea abuela con una niña que requiere otra cantidad de cosas que los niños no requieren. Es otra crianza, digamos, distinta. Es distinta. Pero fue impresionante. Ya se me olvidó lo que me preguntaste, la segunda parte de la pregunta. Para ti. Yo no creo que haya una fórmula. Para ti, ¿cómo? O sea, con respecto a la pregunta de la siguiente, con respecto a la estructura que traes, que traías, en donde de alguna forma no se generaba el espacio, por ejemplo, como tú decías, para hablar sobre sentimientos o que sencillamente no había necesidad. Hoy en día, con esta niña, con esta información, con esta nueva sensibilidad, ¿hay un espacio en tu casa para hablar de esto? ¿Crees que se genera un espacio? ¿Crees que hay una forma diferente de ver la crianza? Sí, totalmente. Yo soy equipo con Mónica, criando estos niños. Ella es una persona mucho más sensible y aterrizada que yo en una cantidad de temas. Y entonces las conversaciones, claro, que se plantean en la casa. Esa crianza ha cambiado una cantidad. Lo veo en el colegio, lo veo con los chinos, lo veo que sean niño y niña. Y uno no tiene la verdad revelada. Ahora, yo sí creo que hay unas cosas que uno trae y que considera que están bien hechas y que dice, yo creo que es por acá, pero también está uno abierto a otra cantidad de cosas porque son efectivas y porque funcionan y porque los hijos sí son una extensión de uno, pero no son uno, es otra cosa que hay que soltar eventualmente. Entonces yo me dejo sorprender, porque yo soy como un erizo que a mí no se me arrima nada, y veo a estos niños como abiertos y también hay una inocencia y una serie de cosas que yo digo, esto no se puede perder. Entonces uno no puede forzar ciertas cosas en los hijos porque ni es el momento ni es el camino de ellos. Entonces uno tiene que tener muy claro, o por lo menos me gustaría pensar que tengo claro y tener identificado dónde uno falla o dónde ha fallado o dónde no quiere fallar y buscar ayuda en los puntos donde efectivamente ya no tiene cómo. Y es eso, y ser honesto con uno mismo y conocerse, conocerse bien, eso me parece que también es súper importante, como tener claro uno quién es y hasta dónde se puede. Y ojalá poder identificar en qué momento uno no tiene las herramientas y decir, yo necesito ayuda en esto porque no sé cómo, o voy a preguntarle a quien ya lo hizo. Porque hay cosas que sí y cosas que no, Juan Pablo. Muy bien, Ricardo. Bueno, yo creo que ya hemos hablado mucho de eso. Entonces, casi 30 años de amistad tenemos, Richie Rey. ¿Tú te acuerdas la primera vez que nos vimos? ¿Te acuerdas cómo nos conocimos? Yo creo que fue de rumba jugando fútbol en el colegio una vez. No, yo fútbol no. Fútbol no creo que haya sido. Tú tenías una moto verde y tú le hacías mecánica a la moto. Yo decía esto no va a dar nada más. No, pero esa mecánica fue cuando te fui a ver jugar baloncesto. Yo no tengo exactamente como claro, claro cuál fue el primer momento. Sé que fue a través de Folker, nuestro amigo Folker. Recuerdo que tenías un afro. Cuando yo iba a pelo. Exactamente, tenías mucho además. Pero sí recuerdo que fue como, fue amistad a primera vista. O sea, yo sí, lo que sí tengo claro con nuestra amistad es que desde el primer momento que nos vimos, no sé si te acuerdas que yo, yo me acuerdo que tú ibas manejando en el testa 9, yo iba atrás, algo me dejé, creo que unas fotos o algo me dejé atrás y después tú me las tuviste a llevar. muy chévere, pues que tomara la molestia de ir a ayudarnos a nosotros, acabamos de conocer. Pero sí recuerdo que desde el momento en que nos conocimos, para mí, fue muy automático. Cosa que además, hoy en día conociéndote y conociendo como a tu familia, a la que estoy muy agradecido, ahora te voy a contar específicamente por qué. Hay muchas cosas, pero hay algo muy puntual. Yo siempre dije, nosotros somos como agua y aceite. Tenemos unas crianzas radicalmente opuestas. Tenemos unos papás que ven la vida de formas muy diferentes, sin juzgar. Pero siempre me llamó la atención que me recibieran con tanto cariño igual, porque siempre pensé, debo ser un bicho muy raro para ellos. Tú estabas terminando arquitectura, muy juicioso en tus cosas, yo estaba empezando a actuar y siempre me preguntaba cómo me abrieron las puertas de esta casa. Y antes cuando mencionabas con tu familia que la vas a cuidar, yo sentía eso, yo decía, pucha, yo esta amistad la voy a cuidar. O sea, esto es importante. Porque además esa amistad llegó en mi vida en un momento que yo estaba muy solo. O sea, desubicado. Yo te decía que tú eras mi conciencia, que lo fuiste en muchas ocasiones. En muchas ocasiones no me permitiste cometer errores, que eran errores, pero yo recuerdo que yo pensaba mucho, pues pucha, aquí hay una estructura que yo no tenía. Yo no venía de eso por lo menos, no venía de algo como tan claro a nivel estructural y para mí fue muy importante. O sea, yo hay muchos valores de familia, de amistad que tengo de ti. Bro, pues qué delicia oírlo así y Y como te digo, mis papás, que eres una persona con una conversación súper agradable, eres una persona que oye muy bien, que se deja decir las cosas, eso no es fácil encontrarlo. Entonces, alguien que, mis papás, contarles a ver que sus hijos están bien, conocer el grupo con el que están andando. Claro, pero mira, cuando tienes el momento específico y cuando tú decías que hay formas diferentes de demostrar amor y es que en el momento en que nosotros además nos empezamos a hacer amigos, yo que estaba empezando en esto y que realmente estaba muy peleado con mi papá y que no tenía muchas maneras de mantenerme a flote, digamos. Yo no sé si fue conversión entre ustedes, tú y tu mamá, o simplemente pasó, pero yo durante mucho tiempo, ¿almorzaba en tu casa? Sí. Y digo que lo agradezco mucho porque, o sea, si hay un momento, un único momento en mi vida en el que yo he dicho, pues, toca escoger entre algunas de las comidas, pues, y nunca me faltó por ustedes. digamos siempre había un espacio en la mesa pues para ti y para todos los que nos rodean lo que te digo esas ahí es donde te digo que esas formas de cariño que no son las tradicionales también están y que no es fácil ponerles el dedo de la cosa pero uno se da cuenta de una cantidad de cosas que suceden y que tienen su razón de ser mis papás a ti te adoraron desde el principio por todo lo que te estoy diciendo entonces nunca se preguntaron como Richie quien es este personaje? No, no. Porque yo era muy diferente a todo lo que había hablado en tu vida. No, mis papás tienen muy claro que eres un personaje. Pero no se preguntan de quién es el personaje. Juan Pablo es un personaje. Y papá cada rato me dice, bueno, ¿y Juan Pablo cómo va? ¿Y cómo van las cosas? ¿Y qué tal? Y ellos todo el tiempo preguntan. Porque quieren saber., tienen curiosidad, entonces como que se formaron unas amistades en ese momento y ellos eran felices de vernos como en el mismo cuento, en un momento y sabiendo que estábamos sanos y querían saber con toda la razón con quién estaban andando sus hijos, qué intenciones tenían, qué estaban viendo, cómo eran las niñas, qué es lo que está pasando, nos preocupamos o no nos preocupamos, no nos preocupamos, ah bueno, tenemos que preocupar, si nos preocupamos entonces avisamos, es eso, y como que fue un momento delicioso, y lo que vemos ahora es que, pues él dice a verte a ti con tu familia señora con tus hijos cómo están sucediendo las cosas buscando cada uno su propio camino y su propio canal y encontrar unas vainas y reinventándose en unas cantidades que yo digo y no podría hacer eso este es un veraco o que bruto yo no haría esa vaina así, pero que nota que lo puede hacer y que pueda botarle corriente a eso y que le parezca chévere y veo que llevas mucho tiempo buscando un camino propio que lo has digamos lo has dejado plasmado acá en las distintas entrevistas que has hecho porque no puedes sino entregar parte de tu vivencia a todos los que entrevistas y a todos los que haces. Y va muy bien. ¿Qué es lo que menos te gusta de mí? Puedes decir lo que se te dé la gana. Que odias fácil. que odias fácil yo siempre he dicho y te lo he dicho varias veces que a mi me parece que tu necesitas estar odiando algo y canaliza todo el veneno hacia ese algo entonces hoy Juan Pablo está de mal genio con tal cosa perfecto que no es conmigo entonces déjelo Juan Pablo está de mal genio con tal cosa, perfecto, que no es conmigo entonces déjelo que esté allá de mal genio con esa vaina y que vos tenés energía allá bravo, perfecto pero hay gente que, ahora eso me parece sano, hay gente que no puede digamos, yo hago mucho deporte y yo dejo en la cancha de básquet digamos, dejo una cantidad de cosas y lo dejo todo allá y la rabia y lo que tenía y salgo cero kilómetros, o la bicicleta igual, quedo, como que ha sido mi forma de procesar cualquier pregunta o problema o la vaina, haciendo deporte fue como lo aprendí a hacer y como casi que es mi forma de hacerlo, entonces cuando no hago deporte me vuelvo como un gato enjaulado así y entonces mi señora ya sabe entonces dice no vayas a jugar de basquet o haga lo que quiera pero déjeme tranquila porque pues uno uno necesita exteriorizar estas vainas de alguna manera hay gente que las exterioriza de una manera hay gente que las exterioriza de otra no significa que esté bien o mal pero hay que saber saber mirar ¿qué es lo que más exterioriza de otra. No significa que esté bien o mal, pero hay que saber. Hay que saber mirar. ¿Qué es lo que más te gusta de mí? Me gusta la forma en que tú eres totalmente desprevenido y que no te amarras con nada. Yo he visto como ustedes como familia son un núcleo familiar súper fuerte y ustedes se van moviendo viven en distintos sitios porque salen proyectos en distintos sitios y ustedes son unidad y tú no tienes sino cinco maletas que es inconcebible para mí tener la vida en cinco o seis maletas y ustedes lo logran y yo digo que envidia, no se amarran con nada, pueden estar hoy acá felices, mañana pueden estar felices en tal lado, pasado mañana felices en tal lado y son como unos gitanos en ese sentido y no sé cómo lo hacen, me parece admirable porque yo no puedo, no sabría por dónde empezar, estoy no amarrado, pero yo traigo unas maletas mucho más grandes y admiro la gente que no tiene esas maletas, no sé cómo lo hacen, me gustaría llegar allá. ¿cuál dirías tú que nuestra amistad ha sido nuestro peor momento? no sé ha habido distancias pero no pero yo no no he dudado que la amistad siga ahí. No sé si el peor momento sea como la... No, siempre la distancia, el perder el día a día cuesta, pero como ha sucedido varias veces, pues se da uno cuenta que vuelve a uno lo mismo, que qué rico saber que está uno en una llamada de distancia y que se puede conectar y que no ha pasado nada, y que estás ahí, pero no ha pasado nada, pero no sé desencuentros como tal no no no a mi lado no, tal vez tuvimos uno tuvimos un momento donde nuestra amistad se puso a prueba que fue cuando tuvimos un bar ah, sí tuvimos un bar por razones tal vez inclusive ajenas a nosotros en su momento porque más yo ya me estaba yendo también me fui y si estuvimos distanciados si nos distanciamos pero recuerdo qué tú me llamas un día y me dijiste, hablemos y arreglemos las vainas. O sea, compadre, ¿qué hay que hacer? Y yo sí lo recuerdo mucho porque además parte de ese desapego que tengo yo está bien hacia las personas. Y es que ha sido también un método de supervivencia para mí, y es que cuando hay que desarraigarse toca hacerlo con todo, y lo veo en mis hijos también, lo he mencionado acá, veo que es un superpoder, el poder de la adaptación, pero ese poder de adaptación también viene con una posibilidad de desarraigo que puede ser fuerte para las personas alrededor. Sí, tiene un precio. Y tú me enseñaste mucho ese día, me enseñaste que uno tiene que cuidar las relaciones importantes, sin importar a dónde esté. Entonces yo sí lo recuerdo. Yo estaba en Caracas y me acuerdo dónde estaba sentado, recuerdo la conversación, me acuerdo cómo me llamaste y me dijiste, compadre, porque teníamos un tiempo que no estábamos hablando, que estábamos obviamente, había temas económicos por ahí, y yo sí lo recuerdo y te lo agradezco. Pues para mí, para mí fue ese como nuestro momento, pues que terminó siendo un gran aprendizaje. Y nuestro mejor momento, algo que recuerdes, que siempre te vayas a llevar por ahí. No, pues hay varios. Verte con tus hijos. Tú hablabas hace un rato de que en algún momento que las cosas no estaban yendo bien, tú pasabas mucho tiempo en mi casa, y me gustabas en mi casa, y delicioso, y después te tuviste que ir y empezaste a trabajar y estuviste en Venezuela un tiempo y un día me llamaste, óyeme es que quiero que vengas, me caso, quiero que seas padrino y yo claro, delicioso vamos y siguiente escena me encuentro a un Juan Pablo exitoso, le está yendo súper bien, todo una cosa que no era de Juan Pablo que yo conocía, era el mismo Juan Pablo, pero Juan Pablo había crecido como persona y madurado una cantidad de cosas y seguía siendo el mismo Juan Pablo pero lo que voy es que yo decía este man es un berraco mire esta vaina como le está yendo mire el esfuerzo que le ha metido yo decía esto es impresionante que delicia que cuenten con uno como amigo para esta cantidad de cosas y todo lo que está sucediendo nos dejamos de ver en Colombia, tú te vas para Australia yo me voy para Venezuela pues tuve dos años, y cuando llegué era otro Juan Pablo, y era un Juan Pablo súper enfocado, y eso también es una cosa que yo admiro mucho de ti, que has tenido muy claro mira, es por acá vamos a llegar allá pero puede que haya desviaciones. No sabemos muy bien cómo. No sabemos muy bien cómo, pero tú siempre has dicho, mira, yo quiero actuar, quiero actuar en estas circunstancias, en estos sitios, quiero llegar allá, a mí me interesa el cine, esto ha sido así, vamos por acá, todos han sido pasos para llegar y estás, y qué delicia. Obviamente a uno le gustaría hacer las películas fantásticas y todo, Todos han sido pasos para llegar y estás. Y qué delicia. Obviamente a uno le gustaría hacer las películas fantásticas y todo, pero ahí estás en camino y llegando a eso. Y yo digo, wow, porque era el tipo que iba a comer a mi casa. Tranquilo, impresionante. Entonces es una victoria que yo considero propia. O compartida. ¿Ves? Entonces es eso. Compadre, si esta fuera la última vez que sabemos que nos vamos a ver, ¿qué dirías? No, pero es que... Suave, así suave, así como... Sí, no, pero no puede multiplicar es así como yo te tengo cubierto con tus hijos y espero que tú con los míos y ya y sé que es la última vez que nos vamos a ver entonces pero ahí vamos, es eso y pues veo todo esto que está pasando y digo, wow qué orgullo y qué nota y qué rico que me inviten a participar en estas vainas, aunque no sé qué estoy aportando acá ¡Wow! ¡Qué orgullo! ¡Y qué nota! Y qué rico que me inviten a participar en estas vainas, aunque no sé qué estoy aportando acá, sino una conversa tranquila, pero qué delicia. ¿Ves? Es eso. Si te sientes abrumado o perdido en tu camino hacia el bienestar emocional o simplemente quieres trabajar en ti, en alcanzar tu mejor versión, tranquilo, no estás solo. Celia te conecta con más de 350 profesionales en salud mental y bienestar emocional que pueden guiarte y apoyarte en cada paso del camino. Además, te ofrece recursos gratuitos como meditaciones guiadas, ejercicios de respiración, diarios de emociones y mucho más. 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